Personal de control de acceso en la entrada de un recinto en Barcelona, verificando las entradas y el aforo del evento.

¿Cuántos controladores de acceso necesito para mi evento en Cataluña?

Claves del Decreto 112/2010 y cómo cumplirlo

Organizar un evento en Cataluña implica algo más que elegir un recinto, montar un escenario y vender entradas. La normativa autonómica es clara: ciertos eventos deben contar obligatoriamente con controladores de acceso acreditados, en una proporción que garantice la seguridad, el orden público y el cumplimiento de las obligaciones legales.

El marco regulador que debes conocer es el Decreto 112/2010, de 31 de agosto, por el que se aprueba el Reglamento de seguridad privada de Cataluña. Desde Control Steward, te ayudamos a interpretarlo, aplicarlo y cumplirlo de forma eficiente y sin riesgos.

¿Qué dice el Decreto 112/2010?

Este reglamento regula las funciones, obligaciones y requisitos del personal de control de acceso, y establece los casos en los que es obligatorio contar con ellos. Según el decreto:

  • Se requiere personal de control de acceso en espectáculos, actividades recreativas y establecimientos abiertos al público cuando:
    • Se accede con entrada o reserva previa.
    • Se realiza control de aforo o acceso selectivo.
    • Se vende alcohol.
    • Se requiere verificar identidad, edad o derechos de entrada.
  • Además, el personal debe estar acreditado por la Generalitat, cumplir ciertos requisitos formativos y estar identificado durante todo el servicio.

¿Cuántos controladores necesito?

El Decreto no establece una cifra exacta, pero señala que la cantidad debe ser suficiente y proporcional al aforo, la configuración del espacio y el tipo de actividad. Es obligatorio contar con un número de controladores «adecuado para garantizar la seguridad de las personas«.

En términos prácticos, desde Control Steward recomendamos:

  • Hacer una evaluación técnica del evento para definir el número mínimo y óptimo de personal.
  • Considerar todos los accesos, zonas sensibles (escenarios, backstage, salidas de emergencia) y horarios de máxima afluencia.
  • Incluir supervisores o jefes de equipo en dispositivos de más de 5 personas.

¿Qué sucede si no cumples?

  • Sanciones administrativas por incumplimiento del decreto.
  • Cancelación o suspensión del evento por parte de las autoridades competentes.
  • Riesgos legales en caso de incidentes (agresiones, avalanchas, problemas con menores, etc.).
  • Daño reputacional, especialmente si trabajas con entidades públicas o grandes recintos.

¿Cómo te ayuda Control Steward?

Consultoría especializada y personalizada

En Control Steward, te ofrecemos una consultoría especializada que cubre:

  • Cálculo técnico del personal de control de acceso necesario según Decreto 112/2010.
  • Apoyo en la selección, contratación y validación documental de los controladores de acceso.
  • Coordinación operativa y formación express en normativa y gestión de incidencias.
  • Diseño de cuadrantes, rutas, puntos de control y coordinación con cuerpos policiales.

Asesoramiento continuo

Ya trabajes como promotor privado, técnico municipal o recinto cultural, externalizar esta parte crítica de la seguridad puede ahorrarte tiempo, dinero y sustos legales. Transformamos la normativa en una oportunidad de mejora operativa y reputacional.

¿Organizas un evento en Cataluña y necesitas cumplir con el Decreto 112/2010?

Confía en Control Steward. Transformamos la normativa en una oportunidad de mejora operativa y reputacional.

Contacta con nuestro equipo experto en normativa de eventos.

Correo electrónico: administracion@controlsteward.com

Un organizador de eventos revisando documentos y planes de seguridad para cumplir la Ley 17/1997 en la Comunidad de Madrid.

Cumplir con la Ley 17/1997 de Espectáculos en Madrid: lo que debes saber (y cómo podemos ayudarte)

Organizar un evento en la Comunidad de Madrid no solo requiere creatividad, producción y logística: exige también el cumplimiento riguroso de una de las normativas más completas del país en materia de espectáculos y actividades recreativas.

Hablamos de la Ley 17/1997, de 4 de julio, de Espectáculos Públicos y Actividades Recreativas de la Comunidad de Madrid. En Control Steward. somos especialistas en cumplimiento normativo para eventos, y sabemos que ignorar esta ley… no es una opción.

¿Qué regula la Ley 17/1997?

Esta ley establece el marco legal para garantizar la seguridad, el orden y los derechos de los asistentes, trabajadores y vecinos de cualquier actividad recreativa o espectáculo público celebrado en Madrid.

Algunos puntos clave que regula:

  • Qué actividades necesitan autorización previa o comunicación responsable.
  • Requisitos de aforo, accesibilidad y condiciones del recinto.
  • Obligaciones en materia de control de accesos y planes de emergencia.
  • Documentación necesaria: memoria técnica, certificado de seguridad, seguro RC, etc.
  • Coordinación con fuerzas de seguridad y cumplimiento de horarios, permisos e inspecciones.

¿Qué pasa si no cumples?

  • Multas que pueden superar los 30.000 euros por infracciones graves.
  • Suspensión del evento, incluso durante su celebración.
  • Responsabilidad civil y penal ante incidentes o siniestros.
  • Daño reputacional y bloqueo de futuras autorizaciones.

Por eso, desde Control Steward no solo diseñamos estrategias de seguridad: te ayudamos a cumplir la normativa para eventos de principio a fin, para que te centres en lo que realmente importa: el éxito de tu evento.

¿Cómo te ayuda Control Steward?

Asesoría y preparación documental

Ofrecemos asesoría normativa desde la fase de planificación. Nos encargamos de la elaboración o validación de toda la documentación exigida por la Ley 17/1997 (memorias, planes de autoprotección, dimensionamiento de personal, planes de evacuación…).

Coordinación y supervisión técnica

Coordinamos con proveedores y técnicos externos para cumplir las obligaciones legales (acreditaciones, licencias, seguros). Además, nuestro equipo supervisa el evento en campo para garantizar el cumplimiento durante toda la jornada.

Informes de cierre y seguimiento

Elaboramos informes de cierre, registros, seguimiento e incidencias listos para inspección o justificación ante administraciones.

Soluciones para ayuntamientos y promotores habituales

También trabajamos con entidades públicas y privadas que organizan múltiples eventos al año. En estos casos, diseñamos protocolos y plantillas estandarizadas para facilitar la legalidad sin perder agilidad operativa.

  • Cuadernos normativos por tipo de evento.
  • Formación básica al personal en cumplimiento y seguridad.
  • Sistema documental compartido con responsables técnicos y jurídicos.

En resumen:

La Ley 17/1997 de Espectáculos Públicos y Actividades Recreativas de la Comunidad de Madrid no es un simple trámite: es un marco legal que protege tu evento y a sus asistentes. Cumplirla es un deber, pero también una oportunidad para hacer las cosas mejor.

En Control Steward somos tu socio estratégico para garantizar que cada evento se desarrolle con seguridad, orden y dentro de la legalidad.

🎯 ¿Organizas un evento en Madrid? Evita sustos, multas o interrupciones innecesarias.

Contacta con nuestro equipo de expertos en la Ley 17/1997

Correo electrónico: administracion@controlsteward.com

Personal uniformado de control de acceso gestionando la entrada de asistentes a un festival o evento multitudinario.

¿Cuánto personal de control de acceso necesito para mi evento?

Organizar un evento multitudinario implica numerosos retos, y uno de los más importantes —aunque a menudo subestimado— es dimensionar correctamente el equipo de control de accesos. ¿Cuántas personas necesito? ¿Qué perfiles debo contratar? ¿Qué normativa debo cumplir?

En Control Steward, somos especialistas en consultoría y cumplimiento normativo para eventos, y hoy compartimos algunas claves esenciales para ayudarte a planificar este aspecto con profesionalidad, eficiencia… y tranquilidad.

¿Por qué es tan importante el control de accesos?

El equipo de control de accesos es la primera línea de interacción entre tu evento y el público. Su labor no solo garantiza que entren las personas adecuadas, sino que también contribuye a:

  • Mantener el orden desde el ingreso.
  • Prevenir aglomeraciones y riesgos, garantizando la seguridad en eventos.
  • Cumplir la normativa de espectáculos públicos.
  • Mejorar la experiencia del asistente desde el primer minuto.

Variables clave para un dimensionamiento profesional

A menudo se tiende a usar una fórmula general (por ejemplo, 1 controlador cada 100 asistentes), pero en la práctica esto es insuficiente. En Control Steward analizamos múltiples factores antes de emitir una recomendación profesional:

El tipo de evento y su impacto en la seguridad

El personal de control de acceso debe ser específico para el tipo de actividad. No es lo mismo un festival de música, donde se requiere experiencia en gestión de grandes flujos de personas y situaciones de riesgo, que un congreso de negocios, que precisa un perfil más enfocado en la acreditación y el protocolo.

Infraestructura y tecnología disponible

Analizamos cuántos accesos hay en el recinto, su superficie y las zonas específicas como áreas VIP. Si utilizas tecnología como tickets con QR o escáneres digitales, nuestro equipo se adapta y coordina con estos sistemas para garantizar un proceso fluido y sin incidencias.

Cumplimiento normativo y nivel de riesgo

Para evitar sanciones o, en el peor de los casos, la cancelación de tu evento, es crucial cumplir con la normativa específica de cada municipio y comunidad autónoma. Nuestro servicio de consultoría te ayuda a diseñar un plan de autoprotección detallado para mitigar riesgos.

En base a esta información, diseñamos un dimensionamiento realista, ajustado y alineado con el resto de tu planificación de seguridad.

¿Qué perfiles debe tener el personal?

Contar con personal acreditado y formado es esencial. Algunos perfiles clave son:

  • Controladores de acceso autorizados (cumpliendo con normativa local).
  • Personal de acreditaciones e incidencias.
  • Supervisores de accesos por zonas.
  • Técnicos de verificación y escaneo digital.
  • Coordinador general del dispositivo de seguridad.

En Control Steward te ayudamos a diseñar esta estructura y, si lo deseas, te acompañamos en el proceso de selección, subcontratación o coordinación con tus proveedores.

¿Y si me paso o me quedo corto?

📉 Si dimensionas por debajo: puedes enfrentarte a colas, aglomeraciones, fallos de control, sanciones por incumplimiento legal o incluso la cancelación del evento por parte de la autoridad competente.

📈 Si sobredimensionas: asumes costes innecesarios, reduces márgenes y sobrecargas el entorno operativo sin aportar valor añadido.

Ahí es donde entra una buena consultoría. En Control Steward realizamos un estudio previo de tu evento y te proponemos un plan optimizado, adaptado a tus objetivos, tu presupuesto… y a lo que la ley exige.

¿Tienes dudas? Déjalo en nuestras manos.

En Control Steward hemos trabajado con eventos de distinta tipología y escala. Desde actividades en entornos municipales hasta festivales deportivos o culturales, ayudamos a nuestros clientes a cumplir con las normativas, reforzar su imagen de profesionalidad y reducir riesgos.

🎯 ¿Estás organizando un evento y necesitas ayuda con la seguridad y el control de accesos?

Contacta con nuestro equipo de expertos y pide una consultoría previa. Estás a tiempo de hacerlo bien.

Correo electrónico: administracion@controlsteward.com

El Silencio Antes de la Tormenta: Cuando la Seguridad se Rompe

Todo parecía bajo control… hasta que no lo estuvo

El aire vibraba con la energía de miles de almas congregadas. Luces danzantes pintaban el cielo crepuscular y la música palpitaba en el pecho como un segundo corazón colectivo. Era la noche culminante del festival, esa que todos esperaban con ansias. Desde mi posición en el centro de control, la calma tensa era casi palpable. Horas de planificación, incontables reuniones y simulacros parecían converger en este instante.

Conocía a cada miembro de mi equipo por su nombre, sus fortalezas y hasta sus pequeñas manías. Estaba Lucía, la jefa de evacuación, con su mirada serena capaz de calmar el más profundo pánico. Estaba Javier, el experto en flujos de personas, cuyos cálculos parecían casi intuitivos. Éramos un engranaje invisible, trabajando al unísono para garantizar que la fiesta siguiera siendo eso: una celebración.

Pero en la euforia de la multitud, a veces se olvida que la seguridad es un hilo delgado, susceptible de romperse por la más mínima tensión.

Un error pequeño con consecuencias muy reales

Esa noche, la tensión se manifestó en un punto ciego de la planificación: una salida de emergencia señalizada incorrectamente, un error humano en la colocación de un poste indicador. Algo tan pequeño, tan aparentemente insignificante.

El primer indicio fue un murmullo creciente a través de los auriculares. Un pequeño grupo de personas intentando salir por la puerta equivocada, confundidos por la señalización. Al principio, nada alarmante. Un par de indicaciones por megafonía parecían suficientes. Pero la multitud crecía, la impaciencia se contagiaba como la pólvora y el murmullo se convirtió en un clamor.

Cuando la multitud se convierte en presión

Recuerdo la punzada fría en el estómago. Esa sensación visceral que te dice que algo no va bien, que el guion se ha desviado. Vi la preocupación en el rostro de Lucía en las pantallas, su voz elevándose ligeramente mientras intentaba redirigir a la gente. Javier tecleaba frenéticamente en su consola, sus dedos danzando sobre los planos del recinto, buscando soluciones alternativas.

En ese momento, dejé de ser el jefe de seguridad en la pantalla y volví a ser solo Carlos, el tipo que se preocupaba por la gente. Visualicé a las familias con niños pequeños, a los jóvenes disfrutando de su primer gran evento, a los ancianos que habían esperado años para vivir esta experiencia. No eran solo números en un plano; eran personas.

Personas, no solo números: actuar bajo presión

La situación se intensificó rápidamente. La presión de la multitud sobre la salida errónea se hizo peligrosa. El metal de las vallas comenzó a ceder con un quejido ominoso. Fue entonces cuando Lucía tomó una decisión crucial, abriendo una ruta alternativa no prevista inicialmente, guiando a la gente con su voz firme y tranquilizadora. Javier, con una agilidad sorprendente, coordinó al personal para crear un nuevo corredor seguro.

Vi en las cámaras cómo el caos comenzaba a disiparse lentamente, cómo la frustración se convertía en alivio en los rostros. Fue un esfuerzo colectivo, una improvisación bajo presión donde cada segundo contaba.

En Control Steward ayudamos a nuestros clientes a prepararse para lo inesperado, con consultoría en gestión de crisis, protocolos de evacuación y planes personalizados para eventos masivos.

Al final, no hubo heridos graves. El incidente se contuvo, la música volvió a sonar, aunque con un eco diferente, un recordatorio silencioso de lo frágil que puede ser la seguridad cuando se descuida el más mínimo detalle.

Lecciones que no caben en un protocolo

Esa noche aprendí una lección que va más allá de los manuales y los protocolos. Aprendí que detrás de cada plan de seguridad hay personas cuidando de personas. Que la verdadera prevención no solo reside en las normas, sino en la empatía, en la capacidad de anticipar el error humano y en la valentía de tomar decisiones difíciles cuando el guion se rompe.

Consulta nuestro servicio de consultoría para eventos y evita que un pequeño error se convierta en una gran amenaza.

Y aunque los informes posteriores se centraron en el fallo de señalización, para mí, la verdadera historia fue la de un equipo que, ante la adversidad, recordó que su trabajo no era solo evitar incidentes, sino proteger historias. Porque cada persona en esa multitud tenía una, y nuestra labor era asegurarnos de que pudieran seguir escribiéndola al día siguiente.

El Eco Silencioso de la Cinta Amarilla: Cuando un Error en un Evento Cuesta Más que Dinero

Una noche que lo tenía todo… hasta que falló la seguridad

La noticia corrió como un reguero de pólvora digital: «Incidente en el Festival Sonatika». Al principio, eran solo rumores, fotos borrosas de cintas amarillas ondeando al viento y ambulancias con las luces girando. Pero a medida que las horas pasaban, la magnitud del «incidente» se hizo dolorosamente clara: una estampida, varios heridos y una sombra de miedo que se extendía mucho más allá del recinto del festival.

La ausencia de personal cualificado, el error que nadie ve hasta que es tarde

Para nosotros, en la consultora de seguridad, la llamada llegó temprano a la mañana siguiente. La voz al otro lado del teléfono, la del organizador, temblaba con una mezcla de incredulidad y desesperación. No se trataba solo de los costes médicos o de la responsabilidad legal inminente. Había algo más en su voz, un peso intangible que las cifras no podían cuantificar.

El momento en que la cinta amarilla habló más que el escenario

Recuerdo mi primera visita al lugar. La euforia de la noche anterior se había evaporado, dejando tras de sí un paisaje desolador. La música había callado, las luces se habían apagado y solo quedaba la silenciosa acusación de la cinta amarilla, marcando el perímetro del error.

Conocí a Marta, la directora de marketing del festival, una mujer apasionada que había dedicado meses a construir la imagen vibrante y segura del Sonatika. Sus ojos estaban enrojecidos, su voz apenas un susurro. Me contó cómo las redes sociales, antes un hervidero de entusiasmo, ahora eran un torrente de críticas, de preguntas airadas, de promesas de boicot para futuras ediciones.

«Todo el trabajo de años… se ha ido en una noche», me dijo, con la mirada perdida en el escenario vacío. «La gente ya no ve la música, solo ve las ambulancias. ¿Quién va a querer volver?»

Lo que se rompe cuando se pierde la confianza del público

Su dolor era palpable y trascendía las pérdidas económicas que ya empezaban a calcularse. La reputación, ese activo intangible pero invaluable, estaba hecha trizas. Los patrocinadores comenzaban a retirar su apoyo, las futuras colaboraciones se tambaleaban y la posibilidad de que el Festival Sonatika volviera a encender sus luces se veía cada vez más lejana.

Luego conocí a Luis, el jefe de producción, un hombre corpulento y de pocas palabras que ahora se movía con una lentitud inusual. Se culpaba, repasando mentalmente cada decisión, cada detalle que pudo haber pasado por alto. La carga legal era una espada de Damocles sobre su cabeza, pero su mayor castigo parecía ser la profunda sensación de haber fallado.

«No se trata solo de pagar multas», me confesó en un rincón apartado, con la voz quebrada. «Se trata de la gente que confió en nosotros y que ahora tiene miedo de ir a un evento. ¿Cómo recuperas eso?»

¿Se puede evitar? Sí, si se cuenta con el equipo adecuado

El impacto del incumplimiento era un eco silencioso que resonaba en cada rincón del festival. Era el miedo en los ojos de los voluntarios, la incertidumbre en el futuro de los empleados, la desconfianza de una comunidad que se sentía traicionada.

Conoce cómo trabajamos con personal profesional para eventos, altamente capacitado en seguridad, control de accesos y evacuación.

Control de accesos, prevención y formación continua

Más allá de los balances de pérdidas y ganancias, más allá de los abogados y las demandas, había historias humanas rotas. La historia de Marta. La historia de Luis. La historia de cada asistente que ahora asociaba el Festival Sonatika con el miedo.

En Control Steward, nuestro personal se forma periódicamente en protocolos de emergencia, control de multitudes y espacios cardioseguros, porque una buena preparación es la base de una experiencia segura.

El precio real del incumplimiento: más allá de la sanción económica

Nuestro trabajo como consultores no se limitó a analizar las causas del incidente. Implicó reconstruir la confianza, comunicar con transparencia y demostrar un compromiso genuino con la seguridad.

También ofrecemos servicios de consultoría para eventos y acceso a la normativa vigente en eventos por comunidad autónoma.

Fue un camino arduo, sembrado de dudas, con la necesidad constante de demostrar que las lecciones habían sido aprendidas.

No se trata solo de eventos. Se trata de personas

La cinta amarilla no solo marca un lugar físico; también señala una herida profunda en la memoria colectiva. Y sanar esa herida requiere más que dinero: requiere empatía, transparencia y un compromiso inquebrantable con la seguridad humana.

Porque al final, lo que realmente está en juego no son solo eventos. Son las experiencias, los recuerdos y la confianza de las personas.
Y esos, una vez rotos, son increíblemente difíciles de reparar.

Más Allá del Papel: El Día que el Pánico Tenía Rostro (Y Nos Enseñó a Respirar Hondo)

Cuando el simulacro dejó de ser teoría

Los planos del «MegaTon Épico» parecían impecables. Rutas de evacuación marcadas en verde brillante, puntos de encuentro designados con precisión milimétrica, personal de seguridad asignado a cada sector como piezas de un ajedrez bien pensado. Sobre el papel, estábamos listos para cualquier eventualidad. La teoría era sólida, casi irrefutable.

Pero como bien sabemos los que trabajamos en esto, la vida real rara vez se ajusta a la perfección de un diagrama. Y fue precisamente para desafiar esa ilusión de control absoluto que programamos un simulacro de evacuación en eventos a gran escala, lo más realista posible, unas semanas antes del evento. No queríamos solo marcar casillas; queríamos sentir el pulso del caos potencial.

Recuerdo la mañana del simulacro con una mezcla de nerviosismo y expectación. Contamos con voluntarios que actuaron como público, algunos incluso con instrucciones específicas para simular diferentes escenarios: una emergencia médica, un conato de incendio, incluso un pequeño altercado para poner a prueba la capacidad de respuesta.

Al principio, todo transcurrió según lo previsto. El personal de seguridad guiaba a los «asistentes» con cortesía, los «heridos» eran atendidos con diligencia y la «evacuación» inicial fluyó con relativa calma. Nos mirábamos con una satisfacción silenciosa. «El papel cobra vida», pensé.

El punto ciego que los planos no mostraban

Pero entonces, introdujimos la variable inesperada: un «atasco» simulado en una de las salidas principales, provocado por un «objeto caído». Fue un detalle pequeño, intencional, para ver cómo reaccionaba la cadena. Y fue ahí donde la pulcritud del plano comenzó a desdibujarse.

Vi en las pantallas del centro de control cómo la frustración comenzaba a crecer entre los «evacuados». Las voces se alzaban, la impaciencia se convertía en empujones suaves al principio, luego más firmes. En los rostros de algunos voluntarios, la simulación comenzaba a parecerse demasiado a una situación real.

Sofía, un faro en medio de la confusión

Fue entonces cuando noté a Sofía, una de nuestras coordinadoras de evacuación, una profesional experimentada que siempre irradiaba calma. En la pantalla, su rostro reflejaba una tensión que nunca le había visto. La ruta alternativa que el plano indicaba como obvia estaba, en la práctica, mal señalizada, oculta tras un puesto de merchandising que no habíamos considerado en la planificación inicial.

La escuché hablar por la radio, su voz manteniendo la compostura pero con un matiz de urgencia. Estaba redirigiendo a la gente manualmente, utilizando su propio cuerpo como señalización improvisada, su voz como un faro en la creciente confusión.

Ese momento fue revelador. El simulacro dejó de ser un ejercicio teórico y se convirtió en una lección palpable. Descubrimos ese punto ciego en la señalización, la obstrucción inesperada, la tensión en el rostro de una profesional que siempre había parecido imperturbable.

Lo que nos enseñó el caos (simulado)

Después del simulacro, el silencio en la sala de control fue diferente. No era la calma tensa de la preparación, sino el silencio reflexivo de quien ha visto el rostro del potencial error. Nos reunimos, no para felicitarnos por lo que salió bien, sino para analizar cada instante de incertidumbre.

La señalización se revisó y se reforzó. Se reubicó el puesto de merchandising. Sofía compartió su perspectiva, sus dudas en ese momento crítico, enriqueciendo el protocolo con su experiencia vivida.

Descubre cómo podemos ayudarte desde nuestra consultoría para eventos, optimizando tus planes de evacuación y protocolos de seguridad desde la práctica.

Ese día, el «papel» dejó de ser suficiente. Necesitábamos el sudor en la frente, la ligera aceleración del pulso, la improvisación en tiempo real para entender dónde realmente residían los puntos débiles.

La experiencia que ningún plano puede ofrecer

Aprendimos que un simulacro realista no es solo un ejercicio de cumplimiento, sino una oportunidad invaluable para que cada miembro del equipo sienta la presión, piense bajo estrés y descubra las grietas invisibles en nuestra armadura de seguridad.

El día del «Megaton Épico», cuando miles de personas cruzaron las puertas, llevábamos con nosotros no solo los planos impecables, sino también la memoria viva de ese simulacro. Y cuando surgió un pequeño imprevisto, una confusión menor en una zona de acceso, la respuesta fue rápida, coordinada, casi instintiva. Vi a Sofía dirigir a la gente con la misma firmeza de aquel día, pero con una seguridad renovada en sus ojos.

Si estás planificando un evento, no dejes nada al azar.
Consulta nuestro servicio de consultoría para eventos y asegura que tus planes funcionen también más allá del papel.

Porque más allá del papel, lo que realmente evita el caos es la experiencia vivida, la lección aprendida cuando el pánico simulado nos obligó a respirar hondo y a prepararnos para lo inesperado.
Y esa, amigos, es una preparación que ningún plano puede ofrecer.